Leonardo
Padrón

Un ejercicio de patria

Haga el ejercicio. Suponga que usted es presidente de su país. Y hoy tiene trabajo, no un mitin en el patio de su oficina, no un acto protocolar, no una tarde de arengas y consignas. Trabajo. El trabajo para el que fue elegido. Conducir la vida de un país. Hacer que todo marche más o menos bien. Demostrar que es el líder de una nación que quiere avanzar. Suponga que antes de salir al trabajo se toma un café, desayuna y lee la prensa. Y entonces se topa con el titular principal de El Nacional: “Hospital de Los Magallanes afronta situación de colapso”. Usted va a seguir leyendo porque, como reza el sumario, ese es el centro de salud más importante del oeste de Caracas. Y ese oeste es una zona habitada por una amplia población de escasos recursos. Usted no va a dejar de leer porque considere que ese periódico lo dirige un adversario de su gobierno. Es un reportaje serio, con fotos y testimonios de sus médicos y enfermeras residentes. Usted es presidente, se supone que le importan la vida y salud de sus electores, usted entonces sigue leyendo. Y se entera de que en ese importante hospital no hay agua, los baños están clausurados, no hay alimentos para los pacientes, no hay reactivos para realizar los exámenes, el ala de Obstetricia y Ginecología tiene diez años sin funcionar (¡¡diez años!!), la Unidad de Terapia Intensiva para neonatos tiene ocho años clausurada (¡¡ocho años!!), los servicios de Radiología, Gastroenterología y Neurología están cerrados por falta de personal. Asombroso. Usted lee la declaración de una enfermera que, con nombre y apellido, expresa: “No hay Berodual para inhalaciones, no hay yelcos para tomar las vías, no hay nada. Aquí se han muertos pacientes por falta de medicamentos e insumos”. Caramba. Y ve las fotos: las paredes comidas por los hongos, la basura regada, el deterioro masivo. ¿Qué hace después de leer eso? ¿Lo ignora? ¿Asume que es una patraña de la derecha burguesa para enlodar el legado de su comandante? ¿Supone que la periodista, una tal Johanna Valero, seguro sigue directrices aviesas de Miguel Henrique Otero? ¿Piensa que detrás de ese reportaje esta la mano siniestra y adeca de Ramos Allup? ¿Que es una escalada más del imperio en su afán de buscar pretextos para invadirnos por la Península de Paria? ¿Olvida la noticia y decide mejor ensayar su discurso para la cadena de la tarde donde tocará los temas eternos (la verdad, no es necesario ensayar): la patria soberana e independiente que somos, la guerra económica que padecemos, los insultos y amenazas a la oposición, la necesidad de reforzar la unión cívico-militar para salvar la revolución, bla, bla, bla?

Si usted fuera presidente, si tuviera un mínimo de sensibilidad social, o decencia, o humanidad, con todo su poder, ¿no interrumpiría su desayuno, no levantaría su teléfono, no llamaría a la ministra de Salud, no haría lo indecible por -no digamos salvar la revolución- sino al menos salvar al Hospital de Los Magallanes de Catia? Que vuelva a tener agua, baños operativos, salas limpias, insumos, reactivos, lotes y lotes de medicinas, personal médico suficiente, aparatos y ascensores que funcionen. Se trata de la gente. Gente que se enferma y no tiene dinero. Gente pobre. Eso que llaman pueblo. Ese pueblo que tanto manipula, que tanto invoca, que tanto ensalza con su discurso el actual presidente.

Dígame, estimado lector, si usted fuera presidente, al menos por un día, ¿no haría ese pequeño ejercicio de patria?

¿No es lo que haría cualquier gobernante que se tome en serio su trabajo?

Leonardo Padrón

CaraotaDigital – junio 30, 2016

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