Navidad en Weston

No hay vacaciones posibles cuando tu país ensaya torcidamente una revolución. Menos aun si el líder de ese proceso se debate entre el limbo y la resurrección. Nos hemos convertido en una sangría de noticias inesperadas. Por tal motivo, el sobresalto te persigue hasta el confín del mundo. Lo encontrarás en el sello del pasaporte, en la espuma de afeitar, en tu manera de escanciar un trago.