Epidemia

Ella suele trotar por las calles de la Floresta dos veces a la semana. Lo hace con un grupo de amigas, pero esa mañana se ejercita sola. Escucha una canción de Gustavo Cerati en su Ipod mientras incrementa el paso. El circuito contempla 5 kilómetros de cuadras, arboledas y carros estacionados. Asegura bien su celular dentro del koala. Ese día se siente enérgica y creativa. Va enfundada en unas licras que glorifican sus curvas. Se le atraviesa un pensamiento inesperado: el país.