Entre el humor y la desdicha

En la entrevista que le hiciera a Emilio Lovera para la sexta temporada de Los Imposibles, ya hacia el final, le pregunté: “¿Cuál crees que es la gran virtud de los venezolanos?” Su respuesta fue: “Reírse de su propia desgracia”. “¿Y el gran defecto?”. Emilio, entonces, dejó caer una frase tan lúcida como lapidaria: “Seguirse riendo después que se río la primera vez”. Dicho en otros términos: La insana costumbre de quedarnos viviendo en el muladar de la risa. El chiste que parodia la realidad parece bastar para lidiar con nuestros agobios. Dice Angel Gustavo Infante que el humor criollo es “una marca que viene de lejos- quizás del primer mestizaje- y circula en nuestro torrente sanguíneo como el RH positivo de una idiosincrasia que no se amilana ante las adversidades”