Romeo y Julieta en el Sebin

Gloria nunca imaginó que iba a conseguir su gran historia de amor en el tremedal de las protestas que surcaron al país durante el primer semestre del año 2014. Recuerda nítidamente el día que se acercó al campamento que se organizaba en Santa Fe. A fin de cuentas, esa era su urbanización, el sitio donde creció. Veía cómo algunos jóvenes llevaban colchonetas, carpas, comida. Bajó de su edificio con sus manos pintadas de blanco y su pancarta. Esa vez apenas advirtió a Eitan, un joven bachiller que bajaba por el otro lado de la calle. Pero él sí se detuvo en ella. Tanto que días después coincidieron en el campamento y luego de abordarla le describió la ropa que llevaba la primera vez que la vio. Gloria negó ser ella. Solo quería constatar cuánto había reparado en su estampa. Coqueteaba de la forma elusiva que emplean las mujeres.