Olvidados

Salvador y Manuela ni sospechan que sus padres han tenido que pedir dinero en la calle para alimentarlos. Salvador tiene dos años y medio de vida. Su hermana, un año menos. No, sus padres no son indigentes. Son estudiantes venezolanos que viven en España para realizar una Maestría en Criminalística. Pero se quedaron sin divisas.
A finales del año 2014 los estudiantes venezolanos residentes en el exterior encontraron en su bandeja de correo una información escalofriante. El Cencoex (antiguo CADIVI), ente oficial encargado de otorgar las divisas para pagar sus estudios, les notificó que sus recursos no serían aprobados. Debajo de la hojarasca verbal latía la sentencia: no tenemos más dólares para ustedes.