Uno no entiende

Uno no entiende. Todos los analistas coinciden en que la única obsesión del chavismo es mantenerse el poder. Pregonan que su caída tendría una consecuencia inmediata: cárcel para muchos de sus líderes. La corrupción los ha desbordado públicamente. Y por eso el gobierno le sube el volumen al autoritarismo, a la arbitrariedad, a la amenaza. Pero, ¿no sería una estrategia más sana para conservar el poder comenzar a hacerlo bien? La crisis económica es monumental, histórica, inédita, abrumadora. Los adjetivos no alcanzan. Y todos son oscuros. Entonces, ¿por qué no aplicar los correctivos que los especialistas sugieren todos los días, por todos los medios? ¿Por qué no ceder algunos centímetros en el dogmatismo y aplicar medidas que permitan atenuar el gravísimo desabastecimiento de alimentos y medicinas? Incluso, puertas adentro, algunos voceros del gobierno están francamente alarmados, entienden la magnitud del problema, pero confiesan que Maduro no los oye.