No nos acostumbremos

“Apureños endulzan el café con chupetas”. Ese es el titular de la noticia con la que me topé hace días. Una noticia extravagante. Un titular que refleja, en un soplo, el drama de la escasez alimentaria que sufre Venezuela. El video muestra a dos humildes mujeres en la cocina de su vivienda en el Sector Los Vencedores (sí, así de irónico es el nombre de la ruinosa localidad) del Barrio Santa Teresa, en San Fernando de Apure. Ante el escandaloso precio de un kilo de café (Bs. 5.000 o más) y del azúcar (de Bs. 3.500 a 4.000 el kilo) optan por comprar 30 gramos de café por Bs. 400 (“esta tetica”, dice una de ellas, mostrando el fondo apretado de una bolsa plástica). ¿Y para el azúcar?, pues ante la escasez de la misma y del papelón, deciden comprar dos chupetas, a Bs. 100 cada una. Las mismas chupetas que en otros tiempos desembocarían en las bocas de sus hijos. En una olla maltrecha ponen a hervir el café y le colocan las dos chupetas, que se van deshaciendo y traspasando su dulzor.