El espía que nunca lo fue

Hay una ciudad que posee un lago cuya agua es cuatro veces más salada que el agua del mar. Se llama Salt Lake City y es la capital de Utah. Allí nació hace 24 años Joshua Holt, devoto de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, gerente de una tienda de celulares y carpintero a ratos. Ese hombre hoy está detenido en Venezuela por presuntamente poseer armas de guerra y ser espía del imperio norteamericano.

Y todo comenzó por una historia de amor.