Sobrinos

Si te acusan, a ti o a los tuyos, de alguna indecencia notable, de un delito mayúsculo, con pruebas, juicio y sentencia, y tu reacción es el silencio, un larguísimo, un vergonzoso silencio, solo alimentas la certeza del pecado. Si eliges el disimulo y volteas hacia el oeste, con gestos ampulosos; si profieres arengas morales, cuando todo apunta su índice sobre sangre de tu sangre, sangre que criaste; si discurres felonías en el campo de tus propias miserias; si gritas torpezas y ocurren sobrinos; si bailas salsa y ocurren sobrinos; si le das la espalda al clamor popular y ocurren sobrinos, entonces algo malo, muy oscuro, terriblemente fétido, hay en palacio.