Recado a la oposición

No voy a llover sobre mojado. Ya bastante se ha hecho el inventario de los autogoles que la oposición se ha infringido en los últimos tiempos. Pero, como también se ha dicho, esa es la oposición que tenemos: heterogénea, compleja, tenaz pero errática, voluntariosa aunque tornadiza, democrática, sí, pero contradictoria y voluble. Con ella debemos capear esta devastación que es el chavismo. Es impensable hacer tabula rasa y comenzar desde cero. Ya hay algunas conquistas y amplios deslices que deben servir como aprendizaje. Lo que no implica que la dejemos naufragar. Es derecho nuestro, incluso deber, alertar a sus líderes cada vez que ocurra un extravío o traspiés. La duda que nos abarca a todos los que hemos transitado por los pasillos de la oposición y descolgado algunas opiniones es ¿cuánta atención realmente le ponen a los cuestionamientos ajenos y propios?