Quejumbre

Tengo que escribir este artículo y no consigo la primera frase. Me asomo a las palabras y todas están de espaldas, esquivas, agotadas. No quieren hablar del país. No desean repetir el mismo estribillo de cada jueves. Mis años me han enseñado que si me quedo suficiente tiempo ante la página en blanco, las palabras comenzarán a aparecer, una tras otra. Nada garantiza que sean las mejores. A fin de cuentas, a este país lo tiene consumido la tristeza. Y uno está adentro.