Guía rápida para subir el rating de las cadenas presidenciales

Las seis de la tarde se ha convertido en el horario favorito de las alocuciones presidenciales en cadena de radio y televisión. Es el showtime de Nicolás Maduro. El momento perfecto para encadenarse y llevarse por el medio la faena de la gente que labora en medios audiovisuales. Ya locutores, animadores y periodistas están entrenados para el cotidiano atropello. Igual ocurre con televidentes y radioescuchas. Los comunicadores del horario matutino no han experimentado tal sensación. A esa hora (7-8-9am) el presidente duerme. Profundamente. En cambio a las cinco o seis de la tarde ya anda despabilado y ampuloso de palabras. Es el prime time de sus neuronas. A decir verdad, Maduro debería sincerarse y solicitar que lo incorporen a las parrillas de programación de canales y emisoras de radio. Que ya en las cableras pueda uno leer en la franja de información el título de su show: “La cadena de las seis”. Ahora bien, ocurre una íntima tragedia en la febrilidad comunicativa que lo posee a esa hora: los números de audiencia son ofensivamente bajos. La estampida del público es pavorosa. El rating se desploma apenas se escucha la intro de musiquita patriotera que anuncia una nueva cadena nacional.