“En tiempos oscuros la cultura debe edificar su correlato”
Armando Rojas Guardia considera que Leonardo Padrón es “uno de los grandes metaforizadores de la lírica venezolana”, al igual que Juan Sánchez Peláez, Ida Gramcko y Vicente Gerbasi. “Su obra poética ostenta el don de depararnos encadenamientos analógicos tan originales como sorprendentes”, afirma en el prólogo de Contracanto. Poesía reunida (1979-2011), el más reciente libro del autor de Los imposibles.
Ante esas palabras, Padrón responde: “Me integra a un club muy prestigioso, con poetas de los que he abrevado permanentemente, especialmente Sánchez Peláez. Fue una revelación descubrir su poesía. Rojas Guardia fue uno de los que me acercó a ella, como también lo hizo en su momento Luis Alberto Crespo. Luego tuve una relación muy cercana con Sánchez Peláez, con quien me vinculaba esa devoción por el poder de la imagen, esa capacidad de sugestión de la metáfora, herramienta indiscutible para acercarse al misterio que es la vida”, indica el poeta sobre el libro, editado por Seix Barral, que será presentado hoy en la Sala Experimental del Centro Cultural Chacao.
«El arte no se ha detenido ante el horror»
La poesía (1979-2011) del escritor Leonardo Padrón ha sido reunida por la editorial Seix Barral en el libro Contracanto, que invita al lector a recorrer las mudanzas y permanencias de la voz poética de este creador.
El libro será presentado en el Centro Cultural Chacao hoy, a las 6:00 pm, y el escritor duda de la pertinencia de la actividad en un día en que marchas y concentraciones ocuparán la ciudad. Pero el arte convive con el caos y el escritor jamás ha eludido dicha relación.
-En el prólogo Armando Rojas Guardia dice que quienes lean el libro tendrán una vida más plena. ¿La poesía hace mejor a las personas?
-Todo arte termina siendo un ejercicio de nobleza de la especie humana. Eso no quiere decir que los artistas sean por definición éticamente irreprochables. La historia tiene ejemplos que destilan la opinión contraria. Lo interesante no es lo que transmite el autor, sino lo que transmite la obra. La experiencia que tiene el consumidor con la obra es íntima, silenciosa, casi invisible. No te convertirá en un ser más bondadoso, pero la experiencia de la belleza y el goce estético es una experiencia per se noble.
La dictadura del gas pimienta
En el país hay un clima de déja vu, de asunto vivido. La calle ha regresado como forma de protesta y con ella los ladridos de la represión. Pero esta vez hay un punto de inflexión que marca una diferencia. La comarca latinoamericana, en rotunda mayoría, ha expresado claramente su alarma ante los desafueros inconstitucionales del TSJ. Vale acotar que nuestra pesadilla cambia de tema con una compulsión singular. Pasamos del penoso chiste del billete de 100 Bs, al desalmado ataque a las panaderías, a la repentina escasez de gasolina, al cinismo de la Venezuela Potencia, al asesinato de Wilmito, a los pasillos de la OEA, y finalmente, de nuevo, a la calle. Esa calle que se vació a finales del año pasado gracias a las torpezas de la dirigencia opositora.