Esa manera de ofendernos
Me topo en las redes con un discurso de Elías Jaua, nuestro flamante ministro de lo que sea (ya no importan las precisiones. Jaua siempre tendrá un cargo de lo que sea) y me quedo pensando, luego del estupor inicial, que su voz es la voz del futuro que promete Maduro.
Dice Elías Jaua en ese video que encuentro cada tres días en las redes: “Si el pueblo venezolano no comiera, entonces los anaqueles de los supermercados estarían llenos”. Según esa retorcida lógica, el pueblo norteamericano está en mitad de una hambruna descomunal, porque sus Publix, Walmarts, Whole Foods y decenas de cadenas de alimentos permanecen repletas todo el tiempo. Y no solo ocurre tamaña crisis en Estados Unidos, sino en casi toda Europa, Latinoamérica y Asia. En síntesis, Occidente agoniza de hambre. Y también buena parte de Oriente. Es decir, el vasto planeta que existe más allá de Maiquetía, Maicao o San Cristóbal, está en serios problemas. Los supermercados de esos lugares tienen tantos productos en sus anaqueles que -según Jaua, el esclarecido- eso solo puede ser índice de pobreza extrema. Nadie tiene dinero para comprar esos alimentos.