Leonardo Padrón: «No escribiría algo incierto para lograr estridencia narrativa»

Asegura el escritor que el título de su nueva publicación «singulariza lo que en el fondo aspiran unos cuantos millones de venezolanos; conseguir un país más coherente, muchísimo más digno».

JOSÉ G. MÁRQUEZ | EL UNIVERSAL

Leonardo Padrón (Caracas, 1959) recuerda que su acercamiento a la crónica comenzó con el libro Kilómetro cero (Planeta, 2013), que fue más para él un diario de navegación y no un registro del acontecer nacional. Dos años después, Venezuela se convirtió en la protagonista de su prosa: «Esta vez, el viaje es a las entrañas del país, un viaje áspero y duro».

Se busca un país (Planeta) reúne 44 historias extravagantes con sello nacional, fechadas entre 2013 y 2015, y capturadas por la mirada del poeta, además de la de otros protagonistas, ya que Padrón también sirvió de puente entre las vivencias de sus compatriotas y el estupor de sus lectores.

Asegura el escritor que el título de su nueva publicación «singulariza lo que en el fondo aspiran unos cuantos millones de venezolanos; conseguir un país más coherente, muchísimo más digno», y culpa a la casualidad de que el libro sea una especie de radiografía del mandato del presidente Nicolás Maduro, «marcado por un caos vertiginoso» y «caídas sistemáticas de voces disidentes».

Se reconoce, sin embargo, como un privilegiado de la comunicación, pues sus textos -hasta ahora- han sido publicados con cada letra en su lugar. «Es imperativo dejar testimonio de todo lo que nos está ocurriendo, así sea en servilletas. Por eso era importante reunir las crónicas en el formato libro, que tiene en su naturaleza esa característica que lo hace permanecer en el tiempo».

Desde la concentración de los artistas a favor de un Henrique Capriles candidato a la presidencia, hasta la historia de tres estudiantes supuestamente torturados en una cárcel subterránea llamada «La tumba», Padrón revuelve la fibra de sus lectores hasta la indignación, el miedo, el asco… O el recelo.

El público ha llegado a cuestionar la verosimilitud de lo que el autor cuenta. En una oportunidad, recibió algunos mensajes de personas a las que no les pareció real la historia de un opositor contratado por PDVSA para aupar al Gobierno en Internet desde cuentas falsas en Twitter. Recientemente, el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, negó la existencia de «La tumba», mencionada por Padrón en el texto Cinco sótanos bajo el sol.

Pero el escritor usa a García Márquez de abogado. «Él decía que una de las características de la crónica es que es una verdad que parece mentira. ¿Qué temas le resultan pertinentes al género? La extravagancia de la realidad. Un evento, situación o personaje cuyo ejercicio de existencia es digno de depositar la mirada».

El también guionista y locutor hace énfasis en que trabaja con la misma rigurosidad de un periodista para corroborar la veracidad de una información. Va, si es posible, a la fuente original, escucha, observa, analiza y, si es necesario -dice-, cambia nombres o referentes para proteger al inocente.

«No me sentiría bien con mi consciencia si escribiera algo que es incierto sólo para lograr estridencia narrativa (…). Los padres de los jóvenes presos en ‘La tumba’ tendrían que ser los mejores actores del mundo para mentirme con tanta eficacia. Allí está la realidad. Un poco bastante escondida bajo tierra, pero ahí está».

La novela y la telenovela

Padrón no cree que se le haya hecho esquiva la novela y esgrime como excusa la falta de tiempo por no haber debutado en el género literario.

Y no es la televisión la que le ocupa la agenda, pues desde 2011 no se lee su nombre en los créditos de una telenovela, aunque él asegura haber entregado a Venevisión 120 episodios de Mala junta, anunciada en tres preventas seguidas. Sus amigos le han susurrado la palabra «veto», pero él no lo cree posible. «Las razones que me dan, y no tengo por qué dudarlas, son de orden económico».