Contra viento y marea

Daniela Borges tiene treinta y tres años. Está casada, tiene una hija y un trabajo estable. Pero todos saben que Daniela Borges está casada con el hombre equivocado. Su verdadera historia de amor se quedó enterrada en el pasado. Para más señas, dicen el hombre de su vida está muerto. Hace dieciocho años, cuando apenas era una adolescente, lo conoció. Y eso le cambió la vida para siempre. Ella ya era novia de su actual esposo, Aquiles Millán. Influida en mucho por los designios de su madre, un ser autoritario y posesivo, llamada Doña José. Cuando conoció a Sebastián León conoció el verdadero rostro de su amor. Nació una pasión irrefrenable entre ellos. Decidieron huir, escapar del destino que Doña José le había trazado a Daniela. Pero la huida fue un fracaso.

Don Román, su padre, le prohibió volver a encontrarse con ese muchacho que le estaba sublevando el espíritu. Una trágica noche, Sebastián, en el colmo de la desesperación decidió hablar con el padre de Daniela y jugárselo todo por su amor. Don Román y él se encerraron en la biblioteca de la casa, discutieron, se gritaron, se altercaron, hasta que finalmente el silencio de la noche fue roto por el sonido de dos disparos. Daniela, su hermana y su madre corrieron hacia la biblioteca y encontraton el cuerpo asesinado de Don Román. Frente al cadáver de su padre estaba el amor de su vida, Sebastián, indiciado como el gran culpable de esa muerte. Allí nació el odio de Daniela a Sebastián. Una sensación mestiza e imposible de sobrellevar: odio y amor en partes iguales. Sebastián fue a la carcel condenado a veinte años de prisión.

Daniela devastada por la tragedia, y acicateada por Doña José, su madre, viajó a los Estados Unidos a encontrarse con Aquiles Millán, pero sobre todo, a tratar de olvidar el horror que acababa de vivir. Daniela Borges no tuvo más opciones en su vida que casarse con Aquiles Millán, entregarse a la rutina de un matrimonio, a la posibilidad de un hijo y al sistemático ejercicio del olvido. Un día, estando en Estados Unidos, su madre le mandó una breve carta donde le notificaba que Sebastián León había muerto asesinado en un motín carcelario. Aparentemente, la vida hacía justicia. Pero esta noticia destrozó a Daniela, quien meses más tarde volvió al país definitivamente, ahora con un esposo, una preñez avanzada y un duelo eterno por Sebastián. Hoy, dieciocho años después, Daniela Borges celebra su aniversario de bodas con Aquiles Millán. El mismo día que prepara la fiesta de aniversario, una astróloga le dice que ella sigue aún enamorada de un viejo fantasma y que algo trascendental está a punto de ocurrir.

Los recuerdos de Daniela se remueven. La tristeza la arrasa. El saberse infeliz con un hombre con quien tiene dieciocho años de casada, le refuerza lo que fue su gran historia de amor. Lo que nunca pudo terminar de ser. Pero hay un detalle esencial que Daniela Borges desconoce. Y es que Sebastián León está vivo. Nunca murió. La noticia de su muerte fue falsa. Él ha pagado su condena durante diecinueve años y ese mismo día sale en libertad. Sebastián sólo tiene una idea en su mente: apenas salga irá a buscar a Daniela. Más temprano que tarde, descubriremos que Sebastián León está en la calle para probar su inocencia y para algo más definitivo aún: para recuperar el amor de Daniela Borges. Varias preguntas se ciernen sobre el horizonte de esta historia: ¿Quién mató realmente al padre de Daniela? Y la mas difícil, la más terrible de responder: ¿Qué pasará en la vida de Daniela cuando se dé cuenta que su amor por Sebastián está intacto? Ya ella tiene una vida hecha, una vida al lado de otro hombre. Entonces, ¿Daniela y Sebastián estarán condenados a vivir separados sabiéndose fatalmente enamorados el uno del otro?