Corresponde a Leonardo Padrón la gran responsabilidad de ser el moderador de este acontecimiento de discusiones antagónicas, desde la formulación de la primera pregunta hasta llevar el orden de los participantes y las posteriores conclusiones, insistiendo siempre en la debida tolerancia respecto de las diferencias que se puedan suscitar con los participantes.
Los participantes contarán con un minuto para responder y treinta segundos para replicar sobre las intervenciones de sus compañeros, desde acertijos hasta moralejas, sin subestimar al otro, sin hablar en exceso, sin burlarse, sin gritos, sin temor a la crítica, oyendo y respondiendo de manera adecuado y elegante, hablando con seguridad, con el vocabulario correcto, poniéndose en el lugar del otro y sobre todo siendo breves y concretos acerca de los más destacados tópicos de interés nacional en clave de humor.