Leonardo Padrón: “Pálpito funciona tan bien porque se apoya en un coctel de géneros”

Aquilino José Mata/

Desde su estreno el pasado 19 de abril en Netflix, la segunda temporada de “Pálpito” ya se sitúa como la serie de habla no inglesa número uno en el mundo producida por la poderosa plataforma de streaming. Su autor, el venezolano Leonardo Padrón, se regocija al mencionar las más de 52 millones de horas de visualizaciones registradas hasta ahora.

Los países en los que la esperada continuación de la serie colombiana resultó la más vista suman 64, entre los que se encuentranPolonia, Portugal, España, Malta, Martinica, Brasil, Argentina, México, Chile, Paraguay, El Salvador, Perú, Venezuela, República DominicanayColombia.

Al comentar para El Estímulo los excelentes resultados que ha venido obteniendo su serie, Padrón adelanta que actualmente escribe un nuevo proyecto para Netflix, del cual no puede avanzar nada, tomando en cuenta la debida confidencialidad que la industria del entretenimiento -llámese streaming, cine o televisión- impone a rajatabla en estos casos. Tampoco aclara mucho si habrá una tercera temporada de Pálpito, aunque él diga que siente que ya cerró la historia.

Reto cumplido

-El año pasado, antes de estrenar “Pálpito”, dijiste que tu principal desafío era descubrir cuán universal sería tu historia. Superada esta expectativa, ¿cuál fue tu principal reto en esta segunda temporada?

-Toda segunda temporada, por definición, tiene que cumplir con las expectativas que genera que la plataforma -en este caso, Netflix- haya decidido invertir dinero para continuar la historia. El reto es no defraudar a la audiencia, seducirlos nuevamente, que sientan que vale la pena invertir su tiempo en una nueva temporada, que la historia no se agotó, sino que logró generar nuevos puntos de giro en la trama. Y ese desafío, esa inquietud, me acompañó en el tejido de cada uno de los capítulos que diseñé. Los números oficiales de Netflix de la primera semana de transmisión de “Pálpito”, temporada 2, la ubican como la serie de habla no inglesa número uno en el mundo, con 52.310.000 horas vistas. Eso quiere decir que logramos cumplir el reto más que satisfactoriamente.

-Esta vez concebí una temporada ligeramente más corta (10 capítulos), lo que no deja de ser también un desafío narrativo, pues la carretera para echar el cuento fue más corta, pero a la vez te exige escribir los acontecimientos de manera más vertiginosa. Una ventaja de escribir para una plataforma es que no existe la rigidez del tiempo, así los capítulos duran lo que necesitan durar, sin las fronteras del reloj.

-¿También aquí actuaste como productor ejecutivo?

-Sí, exactamente el mismo rol que en la temporada uno. Pero me pude involucrar aún más en las grabaciones, pues ya sin pandemia y con mis papeles migratorios en regla, pude viajar a Bogotá y estar en los distintos sets, junto con el director Camilo Vega, y las dos productoras ejecutivas de CMO Producciones, Clara María Ochoa y Ana Piñeres, quien dolorosa y sorpresivamente falleció faltando pocas semanas para el estreno de la nueva temporada.

Leonardo Padrón dice que logró cumplir el reto más que satisfactoriamente / Foto: Roberto Mata.

Notable presencia venezolana

-¿Y en esta ocasión tuviste igualmente injerencia en la escogencia del reparto?

-Así es. Fue un proceso largo y complejo, donde intentamos llegar a un consenso junto con CMO y Netflix. Todos opinamos, debatimos, planteamos bondades y/o debilidades de cada actor y actriz hasta finalmente tomar una decisión. En ese sentido, creo que la selección final del reparto no pudo ser más afortunada. Una de las mayores fortalezas de la serie es justamente la solidez de su elenco. De hecho, los comentarios de la gente en las redes así lo certifican. El trío protagónico, Ana Lucía Domínguez, Michel Brown y Sebastián Martínez, es sencillamente sensacional.

-¿Satisfecho de que esta vez sí haya actores venezolanos en el elenco?

-Hay tres actores venezolanos en la serie: Mariaca Semprún, Ernesto Calzadilla y Alejandro Otero. Y estuvimos a punto de incorporar dos actores (actriz y actor) de primerísima línea, pero por temas de compromisos ya adquiridos no pudieron participar. A su vez, la script, Angélica Varilla, es venezolana, e hizo un tremendo trabajo en un rol que muchos subestiman, pero es crucial. Y mi equipo de escritores es completamente venezolano (Doris Segui, Christian Jiménez y Carlos Eloy Castro). Mariana Reyes, también venezolana, participó como asesora creativa. Y el cirujano cardiovascular que me asesoró en la parte médica es Danny Goldstein, un venezolano de inmensa reputación en su área, que es vicepresidente del departamento de cirugía cardiotorácica del Hospital Montefiore, en Nueva York. La presencia venezolana estuvo por muchas partes.

Mariaca Semprún (a la izquierda) es uno de los talentos venezolanos en la serie / Foto: Netflix

“El éxito no se discute”

-¿Cómo transcurrió el rodaje, en qué meses se hizo y dónde fueron las locaciones?

-Ya muchos han podido comprobar que esta segunda temporada tuvo mayores valores de producción, lo que nos permitió grabar en tres geografías muy distintas: Estambul, Ciudad de México y Bogotá. Algo que, por historia, era necesario. La secuencia de la persecución a Camila (personaje protagónico) en Turquía fue grabada con participación de equipo técnico turco y logramos grabar en sitios impensables, como la Mezquita Azul y las cisternas de Estambul. Las grabaciones comenzaron a mediados de agosto hasta finales de octubre del 2022.

Hubo quienes descalificaron la primera temporada de “Pálpito” atribuyéndole “demasiados toques de telenovela”, cuando tú mismo has dicho que es una amalgama de géneros. ¿Cómo afrontas estas críticas?

-Lo raro es que no haya alguien que descalifique tu trabajo, ¡jajaja! Eso es natural. Es un trabajo de alta exposición pública, y cada quien tiene el derecho de aplaudirlo o condenarlo. En la industria de la televisión reina una máxima: el éxito no se discute. Y aunque eso puede sonar presuntuoso y riesgoso, la industria se aferra fielmente a esa idea. Pero, fíjate qué paradoja, a la pregunta recurrente de por qué creo que la historia funcionó tan bien a nivel global, pienso que es justamente -entre otras cosas- por la naturaleza mestiza del producto, donde procuré hacer un coctel de géneros.

-¿Guardas bajo la manga la noticia de una tercera temporada?

-Los que han visto la segunda temporada habrán sentido los nítidos acordes de un cierre de historia. Yo la concebí para que terminará así, en esta segunda temporada. Cualquier cosa que pueda ocurrir luego, entra en el terreno de la especulación prematura.

Escena de la película con los protagonistas / Foto: Netflix

“Escribo otra serie para Netflix”

-¿Qué ha sido lo más satisfactorio de esta experiencia como creador de historias para un gigante del streaming como Netflix?

-Haberme probado a mí mismo, con resultados felizmente positivos, en un nuevo lenguaje narrativo, porque las series piden una reestructuración de tu forma de narrar. Y, por supuesto, haber satisfecho las expectativas y la confianza que Netflix depositó en mí, principalmente Roberto Stopello, que es un gran hombre de televisión. Hay otra satisfacción, enorme, conmovedora, que es la avalancha de comentarios de orgullo y entusiasmo de mi audiencia natural, que es el público venezolano.

-¿Hay otros proyectos definidos de cara al futuro en Netflix? ¿Alguna idea en mente?

-Justo estoy en estos momentos escribiendo una nueva serie para Netflix. Obviamente, no puedo comentar nada por ahora. Es demasiado temprano. Llegado el momento, sabrán en qué ando con lujo de detalles.

-¿Cuán satisfactorio fue para ti haber sido el único venezolano nominado a los prestigiosos premios hispanoamericanos Platino, en el rubro de escritor de miniserie por “Pálpito”?

-Ha sido una sorpresa y un gran honor. La cantidad de series latinoamericanas y españolas que competían en ese y en los demás rubros era inmensa. Hubo entonces una primera depuración de veinte prenominados, hasta llegar a la lista mínima de cuatro nominados. Imagínate qué satisfacción llegar hasta ahí. Además, no me puedo quejar, perdí contra “Noticia de un secuestro”, cuyo “guionista” original es nada menos que Gabriel García Márquez, ¡jajaja!

A quienes han criticado su obra por ser ‘telenovelera’, Padrón les dice que el éxito no se discute / Foto: Roberto Mata

Sin los pudores de la TV abierta

-¿Escribir telenovelas forma parte de una etapa ya superada en tu carrera?

-Por convicción, nunca digo -reversionando el célebre refrán- “de esta agua no beberé más”. Esta industria es muy volátil y la telenovela ha demostrado que sigue gozando de buena salud. Pero, sin duda, ahorita desearía pasar una larga temporada en el mundo de las series. Es un territorio de mayor libertad creativa y temática, sin los pudores de la televisión abierta. Esta nueva etapa de mi carrera me tiene muy entusiasmado.

-¿Aparte de los actores que encarnan los roles estelares, qué puedes decirnos de las demás incorporaciones con ese mismo rango en la segunda temporada de “Pálpito”?

-En esta segunda temporada logramos incorporar otros actores de estupenda solvencia actoral: Laura Londoño, que es una actriz muy pegada en estos momentos en Colombia por su papel en el remake de “Café con Aroma de Mujer”; Julián Arango, muy recordado por su papel en “Betty, La Fea”, Juan Messier, Ana Wills, y los venezolanos Mariaca Semprún y Ernesto Calzadilla.

-Tampoco resististe la tentación de seguir rozando el tema político, aunque en forma breve pero contundente…

-En esta etapa de la historia vemos al personaje de Braulio Cárdenas, candidato presidencial en la temporada uno, ejerciendo su rol de presidente de la república. Un presidente que odia a los periodistas, cierra emisoras de radio, malversa dinero y anda jugando con la idea de reformar la Constitución para reelegirse eternamente. ¿Te suena? Claro, todo eso expresado de forma tangencial, porque el cuento va por otro lado.

-¿Qué sensación te produce que a los 70 años de su surgimiento y de haber sido una de las industrias más sólidas del continente, la televisión venezolana viva una situación tan precaria, por decir lo menos?

-Da dolor ver que Venezuela no está presente en un momento tan estelar de la industria audiovisual latinoamericana. Fuimos referencia, paradigma, norte. Ahora somos un recuerdo borroso. Justamente estando en los premios Platino, veía en competencia contenido de todas partes (México, Colombia, Chile, Perú, Argentina) y me rompía el alma ver el desierto que ahora somos. Ojalá el anuncio de la vuelta a los dramáticos por parte de Venevisión no sea una alegría fugaz, y tenga un piso sólido que permita a nuestra industria recuperar algo de su antiguo lustre.

-En pocas palabras, ¿qué razones expondrías para invitar a ver la segunda temporada de “Pálpito”?

-Si les gustó la primera, les garantizo que esta no los va a defraudar. Si aún no han visto la primera, al menos asómense, y ya ustedes tendrán la última palabra. Es una historia escrita con todos los ingredientes para movilizar sus emociones. Una historia latinoamericana que está siendo vista en todos los rincones del mundo.

‘Pálpito 2’ figura en el Top 10 de Netflix en 64 países / Foto: Netflix

Saqueo con retórica de izquierda

Al hablar con Leonardo Padrón, es imposible evadir el tema político, especialmente sobre el régimen chavista-madurista, que propició su exilio del país y del cual continúa siendo un feroz crítico vía prensa y redes sociales. Tampoco escapa de sus dardos la errática oposición que adversa al autoritarismo gubernamental, cuya “antología de descalabros y actos fallidos” deben quedar atrás.

-¿No es una demostración de desbordado cinismo el torneo de mutuas acusaciones de corrupción entre los jerarcas del régimen madurista?

-Son tan obvios que dan pena. Corruptos metiendo presos a corruptos. Es claramente un enfrentamiento entre bandas. Si revisamos a vuelo de pájaro, la gran mayoría de los funcionarios del chavismo que han manejado el botín mayor (Pdvsa) lo han desfalcado. Pensar que Chávez y Maduro no conocían de la podredumbre moral de sus hombres, es poco menos que ingenuo y descabellado (con la pertinencia del último adjetivo). Funcionarios designados a dedo, sin tener mayor competencia muchos de ellos, y con las manos hundidas en nuestra mayor fuente de riqueza, ese es el triste historial que signa muchas de sus ejecuciones gubernamentales.

-¿Por qué has dicho, en torno a este tema, que “estamos viendo apenas una de las múltiples capas de la corrupción chavista”?

-Porque es así. Han tenido más de dos décadas para enquistarse en todas las arterias y pasillos donde anidan las múltiples riquezas del país. Y han hecho fiesta, juerga, abuso, orgía. Todo en nombre del pueblo y de la revolución, para intentar disimular el saqueo detrás de la clásica retórica de la izquierda trasnochada. Muchos vienen de ese país oscuro que es el resentimiento social y sienten que ahora es su oportunidad de robar a manos llenas. Hay unos que han sido más hábiles que otros, o manejan más poder para cobijarse con el manto de la impunidad.

-¿Se trata acaso de una treta oficialista para lavarle la cara al régimen y seguir atornillándolo en el poder?

-Ha habido análisis en muchas direcciones, pero sin duda uno de los objetivos es aparentar una razzia anticorrupción en un momento donde la CPI ha emitido juicios muy severos contra la administración de Nicolás Maduro. Algunos lavan dinero, mientras otros se encargan de lavar reputaciones. Pero no les va a funcionar. El saqueo es profundo, elocuente y sistemático.

Un personaje clave asesora a un presidente que odia a los periodistas, cierra emisoras y quiere reformar la Constitución / Foto: Netflix

“La oposición debe hacerse un mea culpa”

-¿Tenemos una oposición fallida, cuyos errores continuarán alejando una solución auténticamente democrática para Venezuela?

-Viene una nueva fecha -las elecciones presidenciales del 2024- que pondrá a prueba la necesaria y urgente lucidez de la dirigencia opositora. Hay una antología de descalabros y actos fallidos que deben dejar atrás. Es imperativo que hagan mea culpa y aprendan de sus errores, porque esos errores profundizan la penuria del país entero. Los primeros innings de las primarias no ofrecen síntomas de que hayan aprendido la lección. Pero veremos.

-¿Qué decir de una dirigencia opositora que está más pendiente de unas elecciones inciertas que de sintonizarse con los problemas que agobian diariamente al ciudadano?

-En rigor, la mejor manera de resolver de raíz los problemas diarios del venezolano es procurar un cambio de gobierno cuanto antes. Eso es una obviedad incuestionable. En ese sentido, no es fatuo procurar unas elecciones presidenciales con reglas de juego reales, limpias, impermeables a la trampa y el abuso de poder. Creo que ese intento hay que apoyarlo, pero sin agendas dobles, por favor, sin candidez, y sin egos enfermos que tanto daño han hecho a la lucha opositora.